Un minimalismo suave y táctil, para la colección Bordone, que se expande siguiendo el hilo conductor (fil rouge) de la funcion alidad de la innovación.
Los respaldos, suavemente curvados, amplifican la sensación de protección, cuidado y comodidad que se respira en la colección. Equipado con un terminal giratorio BORDONE es un espacio que invita a compartir o a la intimidad según el sentir del momento, es un suave capullo, donde refugiarse en busca de un poco de intimidad, o un escenario de la vida familiar.
El movimiento que caracteriza BORDONE no sólo lo convierte en un intérprete perfecto de las necesidades cambiantes de la vida contemporánea (comer, dormir, ver la televisión, jugar con el perro, meditar, trabajar, abrazar…), sino que lo sitúa como elemento central del salón, en diálogo constante con el comedor o la sala de televisión.
Basta un simple movimiento de los pies para cambiar de punto de vista y de paisaje doméstico.
«El movimiento ha sido el leitmotiv del proyecto. Queríamos un objeto que se percibiera como vivo, itinerante, en contra de la inmovilización. Adaptable a las necesidades cambiantes del día»
BORDONE es una propuesta de mobiliario sencillamente sorprendente, con tantas configuraciones disponibles: se trata de un sistema modular desarrollado en dos dimensiones de profundidad -100 o 110 cm- con una amplia gama de módulos que lo hacen adecuado para amueblar espacios, de cualquier tamaño y carácter, tanto privados como públicos.
Un oasis que ofrece tranquilidad a cualquier hora del día
La cama BORDONE es un oasis que ofrece tranquilidad a cualquier hora del día. Ideal para amueblar lofts y estudios metropolitanos, reúne la función de cama, sofá, chaise longue y de una oficina en casa.
La cama y el sofá son dos puntos focales del hogar contemporáneo con funciones cada vez más híbridas; reunirlos en un solo producto a través del movimiento y la rotación de los dos cabeceros, que pueden moverse individualmente, ha sido una intuición brillante.
«permitir el movimiento mediante el diseño y la ingeniería de un mecanismo sencillo e inmediatamente accesible era la complejidad que había que resolver», explica Daniele Ruzza. «El accionamiento de la manivela provoca la descompresión de un muelle que permite la rotación de la articulación tubular. Al soltar la misma manivela, el cabezal se detiene en la posición deseada. La sencillez fue la musa que guió el proceso de diseño, queríamos un gesto sencillo y ligero, intuitivo».
La cama cambia completamente de aspecto al desplazar los dos cabeceros y los estantes abatibles, de madera de fresno, incluidos en los cabeceros, se descompone y recompone sobre la base circular, adoptando posturas, siempre cambiantes.
Es, a todos los efectos, un objeto transformable con una estética armoniosa y elegante.
Una presencia que no pasa desapercibida en el hogar a pesar de ser una forma pura y atemporal.